...de verdad que no existe

Mirada congelada, boca semiabierta… No dijo nada más en ese momento.
Eres una idiota, debiste darte cuenta.

  • Lo siento en verdad le dije
  • No importa respondió él.
Se puso de pie, su rostro dejó la flor de cerezo para pasar a un lúgubre transparente. INCOMODIDAD, INCOMODIDAD, INCOMODIDAD.
Tú que te crees tan inteligente no fuiste capaz de captar las señales. Eres como cualquier tarada jactanciosa. Y esta puta incomodidad, puta, puta incomodidad.

  • Es solo que era importante para mí decírtelo explicó él.
  • Lo sé respondí.
Silencio incomodo, breve silencio incomodo. Se rascó la cabeza e intento dibujar una sonrisa, forzada sonrisa.
Vete a casa de una vez y trata de dormir. El mundo seguirá girando mañana.

  • Creo que mejor me voy le dije.
  • Creo que yo también respondió él.
El beso en la mejilla, acuerdo tácito entre géneros, fue olvidado en ese momento, solo un frio apretón de manos.
Con esto te darás cuenta de que la amistad entre los hombres y mujeres no existe. Déjate de joder con querer probar lo contrario.

  • Nos vemos dijo, más por compromiso que por otra cosa.
  • Nos vemos dije tanto de igual manera.
Me dio la espalda y comenzó la marcha.
…no existe.

  • Oye… dijo de repente girando apenas la cabeza sabes que lo volveré a intentar agregó con extraña confianza.
  • Hazlo respondí sintiendo una agradable punzada en el corazón.
…de verdad que no existe.

0 comentarios: